SOLEDAD MARINA
(Vicente Gerbasi)
(Vicente Gerbasi)
La arena dispersa cangrejos
en una luz de aceite caliente,
de humedad que resplandece en los sentidos
con olor de ostras abiertas.
¿Quién abandonó esta quietud de cocoteros
que mueve un sonido de tiempo sombrío
y sostiene el vuelo de las aves blancas?
Lejos las costas de la tarde,
el ocre cayendo al mar,
y aquí la lentitud de las algas golpeando los escollos,
el silencio de los que tejen redes en la bahía vespertina.
¿Estuve aquí en la noche?
¿Acaso vi las primeras estrellas,
las que ahora seca el sol sobre la arena?
¿Vi llegar los leños pulidos como huesos,
los gritos de antiguos ahogados refugiándose en las grutas,
las madres muertas de los marineros
mirando los confines entre sus largos cabellos nocturnos?
He aquí un día de los siglos.
Las palabras abiertas en la mirada.
El sol cayendo entre los peces.
¿Quién me pregunta si existo?
Hay una barca abandonada a orillas del mes de agosto.
en una luz de aceite caliente,
de humedad que resplandece en los sentidos
con olor de ostras abiertas.
¿Quién abandonó esta quietud de cocoteros
que mueve un sonido de tiempo sombrío
y sostiene el vuelo de las aves blancas?
Lejos las costas de la tarde,
el ocre cayendo al mar,
y aquí la lentitud de las algas golpeando los escollos,
el silencio de los que tejen redes en la bahía vespertina.
¿Estuve aquí en la noche?
¿Acaso vi las primeras estrellas,
las que ahora seca el sol sobre la arena?
¿Vi llegar los leños pulidos como huesos,
los gritos de antiguos ahogados refugiándose en las grutas,
las madres muertas de los marineros
mirando los confines entre sus largos cabellos nocturnos?
He aquí un día de los siglos.
Las palabras abiertas en la mirada.
El sol cayendo entre los peces.
¿Quién me pregunta si existo?
Hay una barca abandonada a orillas del mes de agosto.
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