El erotismo es un elemento de la sexualidad que nos remite a las
experiencias más comúnmente identificadas como sexuales. En algunas
mentalidades, sexualidad es erotismo. Aquí como se ha visto, lo
consideramos como uno más de los holones de lo sexual. Cuando en
nuestras pláticas cotidianas hablamos de experiencias sexuales, casi
siempre nos referimos a experiencias en las que se experimentan los
cambios corporales que han hecho que los científicos
empírico-positivistas, encuentren en la experiencia de excitación y
orgasmo, la manera más eficaz para la operacionalización del concepto de
conducta sexual. Otra vertiente de pensamiento identifica al erotismo
con el amor, porque la vivencia erótica está muy frecuentemente
relacionada con la experiencia amatoria (entre otras razones por las
identificadas por Reiss, 1986, ver arriba). Sin embargo, es posible que
la experiencia erótica, sea tenida en contextos no amatorios, por lo que
pienso que, para mayor claridad de conceptos, es preferible identificar
al erotismo con el componente placentero de las experiencias corporales
(individualmente vividas o, más frecuentemente, en interacción con
otro), en las que se presentan los procesos de activación de respuesta
genital y corporal (muchos de estos procesos ocurren -de hecho- lejanos a
los genitales, en el sistema nervioso central).
Por erotismo entendemos: los procesos humanos entorno al apetito por
la excitación sexual, la excitación misma y el orgasmo, sus resultantes
en la calidad placentera de esas vivencias humanas, así como las
construcciones mentales alrededor de estas experiencias.
Al igual que los otros holones sexuales, el erotismo tiene niveles de
manifestación biológica, pero son sus componentes mentales,
especialmente en lo que se refiere a las representaciones y
simbolizaciones, así como a la significación social y su regulación, lo
que hacen del erotismo, una característica específicamente humana.
El reciente prestigio de la sexología corno ciencia, de manera
especial entre los médicos, es debido al esclarecimiento de muchos de
los procesos fisiológicos responsables de la experiencia erótica humana.
Si bien en este campo del conocimiento aún existen lagunas importantes,
mucho se ha avanzado en la formulación de modelos que explican la
biología del erotismo. La forma más aceptada de conceptualización de la
fisiología del erotismo humano, es verlo como el resultado de tres
procesos fisiológicos interdependientes, concurrentes, pero distintos:
El deseo o apetito sexual, la excitación y el orgasmo (Kaplan, 1979).
No obstante, como se ha insistido, no es posible limitar la temática
de ningún holón sexual a sus dimensiones biológicas sin perder la
posibilidad de una comprensión integral. De manera similar a lo que
sucede con el género en la identidad genérica, todos desarrollarnos una
identidad erótica. La simbolización de lo erótico es uno de los
mecanismos más poderosos por lo que el erotismo se integra al resto de
nuestra sexualidad y de hecho, al resto de nuestra vida. Los sociólogos y
antropólogos, han identificado guiones de conducta erótica en cada una
de las culturas que han venido estudiando. Una de las primeras
consecuencias del estudio transcultural, es la identificación de códigos
de conducta tan diversos, que permiten la visualización del carácter
relativo de las normas de conducta erótica vigentes en la cultura.
El erotismo es un elemento de la sexualidad que nos deja tener mejores experiencias sexuales.Se identifica al erotismo con el amor, por que su vivencia puede ser frecuente, tiene niveles de manifestación biológica, pero son sus componentes mentales, La forma más aceptada de ver al erotismo es el resultado de 3 procesos: el deseo o apetito sexual, la excitación y el orgasmo,se integra al resto de nuestra sexualidad.
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